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Este año, con un número elevadísimo de mujeres víctimas de violencia machista, no queremos entrar en si esta mujer o la otra computa en las estadísticas. Eso no es lo principal, porque con que haya una sola mujer asesinada por terrorismo machista, ya son muchas, ¡demasiadas!
Nuestro manifiesto es un alegato por todas y cada una de las mujeres asesinadas. Porque por mucho que los medios de comunicación se esfuercen en diluir la magnitud del terrorismo machista, queremos dejar claro que las mujeres no se mueren, son ASESINADAS por HOMBRES en un acto de violencia.
Altas, bajas, rubias, morenas, españolas, extrajeras, de clase alta, media, baja, jóvenes, mayores,… Todas distintas, pero todas con un denominador común, un asesino que las consideraba objeto de su propiedad y que cree que puede disponer de su vida a su antojo.
Queremos denunciar esta sociedad que dentro de una cultura patriarcal, mira para otro lado y permite que se produzcan casos de violencia, porque “son peleas de pareja y no se debe inmiscuir en los problemas de los demás”. ¡Basta ya! El terrorismo machista es un problema de todas y todos, la sociedad debe tomar una postura beligerante ante todo acto de violencia machista y no permitir ni un caso más.
Exigimos a las Administraciones públicas que intervengan de manera rápida, eficaz y contundente ante el maltratador. Que ponga a disposición de las víctimas todos los recursos necesarios para ayudarlas a superar esta situación de violencia que las rodea; y así se impidan casos como el de Sara Calleja, que se suicidó ante la ineficacia y lentitud de la justicia o el caso de la mujer canaria que después de denegarle la orden de alejamiento de su ex-marido fue asesinada por éste.
Demandamos que se tomen medidas preventivas, tanto en el plano educativo, porque nuestras hijas tienen derecho a vivir una vida sin violencia, como en el legislativo, porque tienen derecho a ser protegidas contra todo tipo de violencias. Así mismo reclamamos que se aumente la dotación presupuestaria para la asistencia y recuperación de las mujeres maltratadas y de sus hijas e hijos, victimas también de esta misma violencia machista.
En definitiva, queremos que la violencia contra las mujeres se considere una Cuestión de Estado, que se forme a hombres y mujeres para que ante caso de violencias machistas, tengan el grado de conciencia social que les permita no mirar hacia otro lado y sí denunciar cualquier caso de violencia.
Queremos que se deje la demagogia de si las mujeres asesinadas computan o no computan en las estadísticas. Han sido asesinadas, ¡Claro que cuentan! Cuentan una historia de sometimiento, terror e impotencia; de soledad, dependencia y dolor; cuentan la falta de apoyos institucionales para ayudarlas, cuentan la falta de empatía de jueces y fiscales,…
Y mientras las mujeres sigan sufriendo violencias machistas, la Organización de Mujeres Intersindical seguiremos en lucha contra las violencias machistas.
Madrid, 25 de noviembre de 2015 Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical