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MANIFIESTO 8 DE MARZO ÁREA DE MUJERES DE INTERSINDICAL-CLM

LAS LUCHAS FEMINISTAS COMO MOTOR DE CAMBIO”

Celebramos un nuevo 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres. Una fecha con un gran significado, el que le damos las mujeres que día a día luchamos por conseguir el lugar que nos corresponde en la sociedad. El feminismo comenzó en el siglo XVIII. Así Olimpia de Gouges, escribió “Los derechos de la mujer y la ciudadanía”, este “desacato” a las normas establecidas la llevaron a la guillotina. Mary Wollstoncraft escribió “Vindicación de los derechos de la mujer”, considerada la obra que dio lugar al feminismo.

Un 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, esa misma ciudad fue escenario de una huelga polémica para aquellos tiempos. Un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica, en un incendio que se atribuyó al dueño de la misma como respuesta.

En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague (Dinamarca) más de 100 mujeres aprobaron declarar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Las primeras vindicaciones de las mujeres eran la igualdad a los hombres en derechos civiles y laborales, acceso a la educación y al voto. Que las mujeres comenzaran a darse cuenta de su exclusión, de los beneficios conseguidos en las luchas sociales, fue el revulsivo para comenzar a tomar conciencia como grupo sometido al patriarcado y androcentrismo establecido. Por eso, nosotras vemos de una gran relevancia invitar a todas las mujeres a organizarse para defender sus derechos como mujeres y como obreras.

Las luchas feministas han sido muchas y tras ellas se han ido consiguiendo mejoras en los derechos de las mujeres, pero los avances no son proporcionales a los sacrificios que han supuesto; para muchas, hablar, opinar, decidir o expresarse libremente les ha costado perder hasta la vida.

Año tras año, miles de mujeres salen a las calles de todo el mundo para demandar nuevos derechos, defender los ya conquistados y luchar contra aquellas leyes que discriminan o que rechazan el principio de igualdad de sexos y de oportunidades.

Las mujeres hemos conseguido entrar en el mundo laboral, aunque con una desigualdad abismal. Las responsabilidades familiares siguen recayendo sobre nuestros hombros, los cargos de poder siguen en general otorgándose a los hombres; entre las medidas tomadas para evitar esta discriminación están las cuotas, la paridad en los cargos,.. ¿Pero es esto suficiente? Está claro que no. Mientras el patriarcado siga siendo el eje fundamental que rige las relaciones sociales y laborales, no conseguiremos la igualdad. Según la Comisión Europea “los hombres que trabajan dedican de media 9 horas semanales a actividades domésticas o de cuidado (de dependientes) no remuneradas, mientras que las mujeres trabajadoras dedican a ello 26 horas semanales, casi cuatro horas al día». Es decir, «más de una de cada tres mujeres reduce sus horas pagadas a tiempo parcial, mientras que solo uno de cada diez hombres hace lo mismo.

Además, «los puestos directivos o de supervisión los ocupan de manera aplastante los hombres», y dentro de cada sector, ellos reciben promociones con más frecuencia que ellas, y como consecuencia se les paga mejor”. Esa tendencia culmina en los cargos más altos, ya que menos del 4 % de los directores generales de empresas son mujeres.

Está visto que en un sistema económico que se rige a base de la explotación del ser humano por el ser humano se hace imposible poder llegar a concienciar a una gran mayoría y así juntos poder, mediante la lucha, superar todos las expresiones de desigualdad que hacen hoy por hoy del mundo un lugar más injusto.

Tomemos conciencia de las desigualdades derivadas del patriarcado y del androcentrismo, no solo en el mundo laboral, sino también reivindicando la despenalización del aborto (la mujer tiene pleno derecho a elegir si quiere ser madre o no), medidas contra la violencia de género, políticas de igualdad, liberación sexual, cambios en los roles familiares, identificación de los micromachismos. No hace tanto, en este país se intentó una modificación de la ley del aborto, modificación que suponía un retroceso importante en los derechos de las mujeres. La movilización que generó entre las feministas, derivó en una masiva manifestación en Madrid, y la dimisión del ministro de Justicia.

Las reivindicaciones feministas, “gracias” a la crisis mundial que estamos sufriendo, han resurgido de su letargo, el feminismo está activo. La Lucha sigue y seguiremos luchando por todas las mujeres del pasado, por las actuales y por las mujeres del futuro, porque “el feminismo es el motor del cambio”.

8 de marzo de 2016

Área de Mujeres de I-CLM